Hay sitio para todos… y todos somos necesarios. Ese es uno de los grandes aprendizajes que un buen trabajo en equipo te ofrece.
Lo realmente rico y valioso de un equipo, es precisamente el resultado de lo que emerge entre todos. Digo emerge entre todos, pues a priori, individualmente, difícilmente podríamos haber llegado a ese punto. Lo realmente valioso, y diferenciador, es lo que somos capaces de construir entre todos, no únicamente el corta-pega de lo que individualmente hacemos.
Evidentemente, la materia prima con la que contamos son las aportaciones individuales: todo ese cúmulo de saberes, experiencias, habilidades y competencias que cada uno podría aportar (hay que poder pasar del podría aportar al aporta).
Pero esa materia prima, que ya de por si puede ser rica, cuando somos capaces de aderezarla con reflexiones, experiencias, conclusiones, resultados, que se generan a partir de nuestra interacción, empiezan a ofrecer resultados que superan la individualidad de cada uno de nosotros…
Ahora bien, esos resultados necesitan de habilidades intangiles y tan sutiles como escuchar, sumar, integrar, desechar,… diferentes aportaciones y perspectivas… construir, añadir, darle la vuelta,… y crear un todo que ya no es en parte tuya y en parte mía, sino un de todos.
Aportaciones y perspectivas que se ofrecen desde la diferencia de conocimientos y habilidades. Diferencias que no se deben ver como amenazadoras competitivas, sino complementarias, y por tanto, enriquecedoras.
Pero esa evolución de lo competitivo a lo complementario, requiere de inteligencia y madurez emocional.
Inteligencia para entender que nos necesitamos mutuamente, ya que de esa manera ambos llegamos más lejos (win win),y yo soy el primer interesado en apoyar tu desarrollo tanto como el mío propio.
Madurez emocional para poder superar emociones básicas como envidias, necesidad de protagonismo, celos, sentirse más, sentirse menos,… y ocupar el lugar que me corresponde (ni más, ni menos)…y permitir y ayudar a otros también a ocupar su lugar…
Porque el trabajo en equipo necesita tanto de las ideas como de alguien que lo implemente… y remate. Pero también de coordinar la labor del equipo… y de fomentar un clima seguro y de confianza que facilite y anime a la aportación… desde mi punto de vista… desde mi perspectiva… desde mi pequeña parte de verdad… que tan necesaria es como la tuya, la suya y la del otro…
Necesarias pero ninguna completa ni suficiente… pues completo y suficiente (o al menos más completo y suficiente) será cuando seamos capaces de integrar y construir sobre ese castillo de naipes, una estructura más robusta entre todos.
Pero esto,sólo se aprende y se experimenta, andando… trabajando en equipo… y aprendiendo a construir este contexto intangible… que ofrece resultados muy tangibles. Porque hay que pasar de la idea al hecho, de la posibilidad… ¡a la realidad!
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