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Channel: OAZ Coaching para el cambio | Liderazgo y equipos
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Aprendizajes del trabajo en equipo

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El trabajo en equipo efectivo requiere atender cómo avanzamos en la tarea hacia su objetivo (tangible), a la par que atendemos también las dinámicas que se crean entre los miembros del equipo, como equipo, entre personas del equipo, y entre las personas y el objetivo del equipo (intangible). La tentación suele ser centrarnos en la parte tangible, y eludir la parte más intangible (aunque se ve y sobre todo se siente en el ambiente), pero tienen estrecha relación entre ambas, por lo que no atender a uno de los dos niveles tiene efectos en el resultado final del equipo.

Un avance acompasado garantizará que el equipo aprenda a trabajar en cooperación real, consiguiendo llegar donde individualmente no llegarían, razón de ser del equipo.

En ese camino de construcción de un equipo que trabaje como tal para conseguir unos objetivos conjuntos que exceden de la suma de capacidades individuales, hay que incorporar nuevas formas de trabajo que se van traduciendo en pequeños (y/o grandes) cambios en el comportamiento tanto de las personas (individualmente) como del conjunto.

Ese camino, evidentemente, no está exento de piedras, siendo estas una oportunidad que el propio equipo puede y debe utilizar como palanca para avanzar en esa construcción de equipo. Porque no olvidemos, cómo se abordan las situaciones más difíciles es lo que marca la gran diferencia: nos hundimos en el problema, salvamos por los pelos la situación o salimos reforzados por la gestión de “la crisis”.

Me gustaría comentar algunas situaciones que en mi camino entre observadora-participante-coordinadora-facilitadora me he encontrado. Tal vez alguno te pueda ayudar a identificar dinámicas parecidas en tu propio equipo.

Fomentar la generosidad inteligente


Sin generosidad no hay equipo. El equipo te da mucho… pero si tú también estás dispuesto a dar. La actitud que más daño hace a un equipo es la de sentir que hay personas que sólo velan por sus propios intereses/objetivos/fines…. el egoísmo. Por supuesto que el equipo debe aportarnos algo (sino mi nivel de interés será mínimo y mi compromiso también), pero tengo que tener claro que el equipo no es algo que está al servicio de mis necesidades/intereses/objetivos.

Para trabajar en equipo, además de ver lo que el equipo aporta a cada uno de nosotros, hace falta construir la actitud de ¿qué puedo hacer yo por el equipo?

En el fondo, ese acto de altruismo, revierte sobre uno, porque desde esa actitud te conviertes en un componente importante para el equipo. Porque todo aquel que aporta (de una u otra manera), es importante (y el equipo lo reconoce dándole un lugar).

Por el contrario, aquél que sólo busca su beneficio personal, con el tiempo queda al margen del equipo… uno vez, dos veces… pero el equipo siente que ese “agujero negro” no suma, y reacciona. De manera más o menos clara, de manera más o menos consciente,… pero reacciona.

Calidad y metodología


La calidad nunca puede estar fuera de la ecuación. Calidad en el trabajo y calidad en el trato que damos a las personas. La calidad en el trabajo conecta con la sensación de potencia, de “podemos llegar lejos”, y la calidad en el trato genera un contexto de seguridad, una sensación de “no todo lo que diga podrá ser utilizado en mi contra”, es más, este equipo me puede ayudar a mejorar.

La calidad y esa sensación de potencia del equipo nos permite entrar en el círculo virtuoso del equipo.  Por la misma razón, la falta de calidad es uno de los mayores venenos de los equipos. Además, como es difícil decir a alguien que su trabajo no está a la altura, tendemos a llevar al terreno de lo “personal” los “problemas” derivados de la falta de calidad y las “ausencias” de responsabilidad.

Contar con metodología para la construcción de equipos nos facilita mantener la calidad:

porque sabemos cómo abordar estas situaciones no desde la crítica, sino desde la búsqueda de mejoras,

porque fomenta la responsabilidad individual que va unida a ese “dar un poquito más de lo estrictamente necesario”

porque ayuda a poner foco en lo importante y no desviarnos en discusiones que no nos llevan a ningún sitio

porque se fomenta el pensamiento por parte de cada uno de los miembros de ¿y yo qué puedo hacer para ayudar al equipo en ese objetivo?

porque vinculamos ilusion y buena voluntad  con trabajo, método, constancia,… cabeza y corazón

confianza en el equipo

 

Decisiones… de equipo


NO
No nos interesa buscar culpables, sí asumir responsabilidad hacia adelante, es decir, responsabilizarnos por buscar e implementar soluciones.

Podemos hallar causas, pero no para “echarnos los trastos”, sino para tomar decisiones y tratar de no volver a incurrir en ese problema. Actitud resolutiva y con foco en el futuro.

El preguntarnos ¿cómo podemos mejorar esta situación? en lugar de ¿por qué (con tono culpabilidad aunque sin decirlo…) ha pasado esto? se empiezan a tomar decisiones… pero no mis decisiones ni las tuyas, sino las decisiones que necesita el equipo: los que nos ayudan a conseguir los objetivos como equipo.

Mantener este foco proactivo facilita el fomento de la responsabilidad individual. Y cuando cada uno empieza a asumir su responsabilidad, se deja de echar balones fuera. Los problemas se debaten, no para buscar culpables, sino para tomar decisiones. Decisiones para el bien de la #empresa, no para cada uno individualmente.

¿Consecuencia? Ahorro de tiempo “incalculable”, sensación de potencia personal y de equipo, y generación de alternativas múltiples. La creatividad y la capacidad de generar opciones de solución distintas requieren de entrenamiento (cuanto más practicas más capacidad de generar ideas distintas), pero sobre todo de un contexto donde no sientes dedos que señalan. Señalan… al que hace, dice, propone…

El cambio empieza por uno mismo


entra la luz

En todo proceso de cambio siempre hay un momento de decisión personal¿tiro para adelante o me quedo donde estoy? Un análisis (consciente o inconsciente) de beneficios y costes de la operación. Un momento donde lo racional juega un papel… pero lo emocional se impone haciendo que realmente demos o no ese paso. Illusión-pasión-motivación frente a miedos… luces y sombras… puedo o no puedo… ¿seré capaz o no?… ¿y si no funciona?…

Me muestro o me quedo de espectador, propongo o me callo y acato… o resisto desde- la inacción,….

Un momento en que uno se compromete consigo mismo, con la posibilidad de sacar lo que lleva dentro, de superar los miedos (internos, suyos, reales… para la persona) y dar un paso adelante. De permitir-se ser…. más allá de los debo o debería, más allá de los demás…

No hay cambio posible sin que uno mismo se decida (consigo mismo) a cambiar. El cambio empieza por uno mismo… y no se puede forzar. Puedo facilitar, puedo ayudar, puedo acompañar,… pero el cambio real, DEPENDE DE UNO MISMO.

Y ese paso valiente es el que marca la GRAN diferencia


Muchas más situaciones, muchos más aprendizajes,… un regalo que me ofrece mi trabajo con personas y equipos…  hoy llegamos hasta aquí, espero que hayas identificado alguna situación como conocida. Si quieres compartir aquí tu experiencia, o si no estás de acuerdo,… 😉 será bienvenido.

¡Fascinante la vida de los equipos y el trabajo en equipo!

CONTINUARÁ….

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